Esta historia es ficticia, cualquier parecido a la realidad es pura coincidencia.
El marido de Lorenza, Jhon, iba a ver la casa y hacerle unos arreglos, invitó a Javier para que tal vez le ayudara.
Una vez en la nueva casa, Jhon y Javier hicieron unos retoques en el jardín. Después Javier dijo que se quería ir con su mamá, Carmelita.
Al rato, llama Lorenza a Jhon, y cuando le dice que Javier se fue, se asustan
¿Qué se haría?
Muy preocupadas, Carmelita y Lorenza salen a buscar a Javier.
Y ¿Saben qué?
Javier estaba orinando en una plaza: marcando territorio.
Por supuesto,
Carmelita explico al pequeño niño que eso no se hace.
Luego a escondidas, nos reímos mucho de las travesuras del chico llamado Javier.
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